














En América Latina ser una persona afrodescendiente significa transitar la vida en situación de desventaja. Ser una mujer afro descendiente implica hacerlo en situación de doble desventaja. Pese a la poca información estadística existente, se estima que los grupos afro (y en particular, las mujeres afro) tienen un menor acceso a la educación de calidad y menores probabilidades de conseguir un empleo formal en comparación con las personas no afro. Aun cuando se observa a las personas afro que acceden al empleo, en general sus salarios son más bajos en comparación con las personas no afro.
En este contexto, las políticas fiscales no son neutrales. Los Estados tienen la obligación de recaudar recursos y asignar presupuesto con el fin de diagnosticar, visibilizar y compensar las desigualdades de facto a las que las poblaciones afro se ven sometidas. Parte de la problemática estructural de pobreza y desigualdad que afecta a estos grupos se explica por la falta de políticas fiscales enfocadas en asegurar una reparación histórica y el cumplimiento de programas destinados a garantizar el acceso a sus tierras ancestrales.
Te invitamos a leer este documento, donde junto con ILEX Acción Jurídica abordamos la necesidad de crear políticas fiscales adecuadas para dar respuesta a las múltiples desigualdades que afectan a las poblaciones afro en América Latina.
Con apoyo en los Principios de Derechos Humanos en la Política Fiscal, nos referimos al deber de los Estados de realizar esfuerzo fiscales para invertir en sistemas estadísticos robustos, desarrollar las capacidades técnicas profesionales de la población afrodescendiente, incentivar el desarrollo de empleos en zonas productivas donde se encuentra la población afro, garantizar el derecho al territorio, y asegurar su reparación simbólica, económica y memorial.
Finalmente, establecemos algunas recomendaciones para los distintos actores que influyen tanto en los procesos de evaluación y formulación de la política fiscal, como de políticas destinadas a garantizar los derechos de las poblaciones afro descendientes.
Encuentre el documento completo aquí:
Un encuentro que reunió a representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la CEPAL, el CIAT, la Coalición por los Derechos Humanos en el Desarrollo y CESR permitió debatir sobre la situación fiscal de América Latina y el Caribe, su relación con los derechos humanos, y presentar estudios sobre la temática.
El 1 de agosto, en el marco de la Segunda Semana por la Justicia Fiscal y los Derechos Humanos de la Iniciativa del mismo nombre, se reunieron representantes de organismos regionales clave en asuntos de política fiscal y derechos humanos y de organizaciones de la sociedad civil para discutir sobre estrategias, recomendaciones y desafíos para que la política fiscal contribuya a una recuperación post-pandemia justa.
Los efectos económicos y sociales de la pandemia por COVID-19 y el escenario económico global presentan importantes desafíos para los países de América Latina y el Caribe, en un marco de aumento de la pobreza, la inflación y la desigualdad socioeconómica, sumados a serias barrera para el acceso igualitario a derechos humanos incluso en sus niveles esenciales.
En este marco:
En esta Segunda Semana por la Justicia Fiscal y los Derechos Humanos, las organizaciones argentinas ACIJ y CELS analizaron las implicancias del endeudamiento público argentino desde un enfoque de derechos humanos. Lea aquí sus conclusiones.
Hay una mirada tradicional sobre la deuda: un asunto técnico cuya sostenibilidad determina la estabilidad macroeconómica de un país. Sin embargo, reconocer que la deuda soberana es también una cuestión de derechos humanos permite pensar en los costos sociales de la misma y brinda herramientas para cuestionar la legitimidad de un préstamo (si fue contratado en virtud del interés público) y su sostenibilidad, lo que incluye el análisis de si los pagos violan la capacidad del gobierno para invertir en la realización de los derechos de las personas.
Por eso, en el marco de la Segunda Semana por la Justicia Fiscal y los Derechos Humanos, las organizaciones argentinas ACIJ y CELS analizaron en un documento las implicaciones del endeudamiento público argentino desde un enfoque de derechos humanos, con especial foco en los impactos sobre las desigualdades de género.
Deuda soberana, deuda gubernamental, deuda pública o deuda nacional, son términos para describir la cantidad de dinero que un Estado pide prestado, creando la obligación de asignar recursos para el pago de esa deuda y de los intereses que genera. La deuda puede ser interna (adeudada a prestamistas en el país) o externa (adeudada a prestamistas extranjeros). Los prestamistas pueden ser públicos (multilaterales y bilaterales) o privados.
Aunque es un mecanismo de financiamiento estatal extendido, muchos países de ingresos bajos y medios se enfrentan a un círculo vicioso de dependencia excesiva de la deuda externa. Los términos y condiciones de un préstamo, incluida la moneda en la que se contrata y la jurisdicción donde se resuelven los potenciales conflictos, afectan la capacidad de manejo de los pagos de la deuda y, por lo tanto, la soberanía nacional.
Los organismos internacionales de crédito son la llave de acceso a todo el financiamiento e incluso a la ayuda oficial, porque evalúan el "buen comportamiento" del país deudor. El FMI analiza las decisiones de política pública de los países, en particular su política económica, y el resultado de estas evaluaciones es tomado como insumo por otros organismos internacionales de crédito y por las evaluadoras de riesgo, que influyen en la determinación de las tasas de interés a las que se endeudan los países. Por lo tanto, los países tienden a querer cumplir con las condiciones del FMI, aun cuando van en contra de sus propios objetivos de política local.
Por esta razón, el servicio de la deuda a menudo se paga a expensas de la inversión social. Cuando los pagos de la deuda restringen los presupuestos gubernamentales o el alivio de la deuda viene con condiciones adjuntas, esto puede conducir a la privatización de los activos públicos, recortes en los programas de protección social, desinversión en servicios públicos esenciales, congelamientos de la planta de trabajadores/as del Estado o de sus salarios y otras reformas laborales, previsionales y fiscales. Esto erosiona la calidad y alcance de los servicios públicos y amplía la brecha para las comunidades desfavorecidas.
Durante los dos primeros años del gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) la deuda pública y privada de Argentina se incrementó en un 260% y 130%, respectivamente. Luego, en junio de 2018, el país firmó un acuerdo Stand by (SBA) por 50.000 millones de dólares, ampliado en 7 mil millones más en octubre de ese mismo año. Así las cosas, Argentina acordaba con el FMI la deuda más grande de su historia y de la del Fondo. Para generar los pagos, el gobierno se comprometía a obtener déficit (primario) cero en 2019 y superávit del 1% en 2020, reducir los subsidios a la energía y redirigir los subsidios al transporte y la tarifa social sobre la electricidad a los gobiernos provinciales, contener el gasto de capital, reducir las transferencias discrecionales a las provincias, congelar la nueva contratación de empleados públicos, reducir el gasto en otros bienes y servicios del Estado Nacional un 18% en 2018 y otro 5% en 2019 y garantizar que la base monetaria se mantenga estable por un año, entre otras medidas .
Una combinación de factores entre los que se encontraron la crisis económica, la vocación fiscalista del gobierno de turno y el programa económico asociado al préstamo, afectaron de manera adversa el disfrute de una amplia gama de derechos humanos de la mayoría de la población, no solo por la vía la privación o deterioro de sus ingresos –fuente básica de acceso a bienes y servicios en las economías capitalistas–, o la precarización del mercado laboral, sino también a través de la desfinanciación de las prestaciones de salud o educación.
Entre 2018 y 2019, el gasto público en salud de Argentina cayó un 21 %; en educación, un 36 %; en agua y alcantarillado, un 39 %, y en vivienda, un 51 %. Estos datos contrastan con el aumento en términos reales del gasto destinado a los servicios de la deuda, que creció un 28 % en el mismo periodo.
Si bien el gobierno adoptó las políticas a las que se había comprometido, los resultados fueron muy disímiles a los proyectados en el programa y en 2019 Argentina se encontraba con peores indicadores económicos que al inicio del programa, altamente endeudada y sin capacidad de repago. Entretanto, los indicadores sociales también empeoraron: las personas en situación de pobreza pasaron del 25,7% al 35,5% de la población total, mientras que quienes estaban en situación de pobreza extrema (indigencia) pasaron del 4,8% al 8%.
Antes de terminar el ciclo presidencial, en 2019, se dejó en cesación de pagos la deuda bajo jurisdicción local, se perdió el acceso al mercado de capitales internacional y se suspendió el acuerdo Stand By con el FMI.
Cuando los gobiernos hacen retroceder los servicios públicos y los esquemas de protección social, las soluciones autogestivas –individualizadas o colectivas– y basadas en el mercado llenan el vacío. Para quienes pueden pagarlos esto significa tener acceso a hospitales privados, guarderías privadas, escuelas privadas, seguros privados, pensiones privadas, residencias privadas, etc. Pero, para quienes no pueden, la situación significa endeudarse y/o asumir las tareas de cuidado en el ámbito doméstico y eventualmente de manera colectiva.
Respecto al primer punto, ante la retracción de las prestaciones sociales, muchas familias se ven forzadas a pedir dinero prestado para mantener sus condiciones de vida. Esto se convierte rápidamente en un ciclo interminable de costos personales, familiares y sociales, poniendo en peligro los derechos económicos y sociales de estas personas y socavando su capacidad para asegurar su bienestar y desarrollar su potencial.
En Argentina, en julio de 2020, la mesa Interministerial de Cuidados informó que casi la totalidad (el 99%) de las titulares de Asignación Universal por Hijo (AUH) había solicitado un “crédito ANSES” (de la Administración Nacional de la Seguridad Social) y que 8 de cada 10 mujeres que percibía alguna asignación tenía un crédito vigente.
Ahora bien, la manera en que se distribuyen las tareas de cuidado -que incluye el cuidado propio y de otras personas que por su edad o determinadas condiciones permanentes o transitorias (niños y niñas, personas mayores o con discapacidad que requieren apoyos) no pueden proveerse dicho cuidado- se organiza de manera injusta en dos niveles. En efecto, el trabajo de cuidado es asumido mayormente por los hogares y, dentro de los hogares, por las mujeres.
El análisis de la narrativa de género del FMI y del tipo de políticas públicas y acciones que recomienda a los países en sus acuerdos permite concluir que el organismo ha ido construyendo una narrativa estrecha e instrumental que no contribuye en la práctica a promover los derechos humanos de las mujeres. También se advierte una contradicción persistente entre las acciones necesarias para reducir la desigualdad de género y los estrechos márgenes de política pública que imponen los acuerdos con el FMI
Analizamos una serie de medidas fiscales tomadas por los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y México durante la emergencia sanitaria, y aunque su implementación fue necesaria, varias son las lecciones aprendidas a la luz de los derechos humanos.
Mucho se ha escrito sobre los efectos devastadores que la pandemia por COVID-19 tuvo (y aún tiene) sobre las poblaciones en situación de vulnerabilidad de todo el mundo, y los déficits de la economía global para hacerle frente.
En América Latina, la crisis sanitaria agudizó los problemas de desigualdad y pobreza estructurales que ya caracterizaban a la región antes de la pandemia y dejó en evidencia las debilidades económicas e institucionales de esos países para garantizar derechos, en particular en contextos de crisis. Algunos grupos, como las mujeres, las personas migrantes y los pueblos indígenas se vieron especialmente afectados por la sobrecarga en las tareas de cuidados, la interrupción de ingresos provenientes del sector laboral informal y el acceso inequitativo a las vacunas y al servicio de salud.
En este contexto, la relevancia de la política fiscal (la manera en que los Estados recaudan y usan recursos públicos) se hizo más evidente que nunca, tanto como herramienta para asegurar medidas de apoyo a los sectores más afectados, como para reactivar las economías nacionales ante la caída del sector privado.
Tal y como señalan nuestros Principios de Derechos Humanos en la Política Fiscal, el sistema internacional de derechos humanos otorga el marco adecuado para guiar a los Estados en ese camino. En efecto, a más de dos años de iniciada la pandemia, los países de la región continúan realizando esfuerzos y enfrentando los desafíos de avanzar hacia una recuperación justa, en un escenario económico global complejo por la inflación que nuevamente golpea a los sectores más vulnerables.
En este marco, desde la Iniciativa por los Principios de Derechos Humanos en la Política Fiscal elaboramos un documentoen el que analizamos una serie de medidas fiscales tomadas como parte de esos esfuerzos por los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y México. Para ello, nos basamos en las recomendaciones elaboradas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la CEPAL y en los citados Principios de Derechos Humanos en la Política Fiscal.
Los principales hallazgos de dicho análisis fueron los siguientes:
Descargue el reporte donde podrá conocer los hallazgos de esta investigación sobre los esfuerzos fiscales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y México durante la pandemia, así como las lecciones aprendidas de los mismos.
Tendremos diálogos con actores diversos y un taller para periodistas e integrantes de la sociedad civil que buscan generar debates y recomendaciones para promover medidas fiscales que contribuyan a enfrentar las crisis de América Latina y el Caribe.
Del 1 al 8 de agosto distintas organizaciones de la sociedad civil, expertos y expertas, activistas y movimientos sociales nos unimos para darle impulso a los Principios de Derechos Humanos en la Política Fiscal, un documento que consolida los estándares de derechos humanos que los Estados deben seguir y respetar a la hora de implementar sus políticas de impuestos y de gastos.
Durante la Segunda Semana por la Justicia Fiscal y los Derechos Humanos tendremos diversos eventos para abrir debates y pensar conjuntamente cómo promover medidas fiscales que den respuesta a las múltiples crisis que enfrenta la región. También buscaremos reflexionar sobre cómo los Principios de Derechos Humanos en la Política Fiscal pueden servir para avanzar hacia economías que pongan a las personas y al planeta primero.
La recuperación post-pandemia, las desigualdades de género que impactan especialmente a personas con discapacidades, el debate regulatorio del cannabis a la luz de los principios fiscales , la crisis climática, entre otros temas que abordaremos durante los eventos de la Segunda Semana, exigen hoy más que nunca respuestas fiscales urgentes que tengan a los derechos humanos en su centro.
¿Cuál es la agenda de la Segunda Semana por la Justicia Fiscal y los Derechos Humanos?
La jornada de eventos presenciales y virtuales y un curso para periodistas e integrantes de la sociedad civil comenzará el lunes 1 de agosto y terminará el lunes 8 de agosto.
LUNES 1 DE AGOSTO
Alternativas fiscales para una recuperación justa post-pandemia
La pandemia por COVID-19 agudizó algunos de los problemas más urgentes de América Latina y el Caribe: creciente desigualdad y pobreza, crisis climática, y captura estatal, entre otros. Dado que la política fiscal tiene un enorme potencial para combatir estos desafíos, el escenario obliga a debatir alternativas fiscales que permitan una recuperación justa y verde.
Soledad García Muñoz, relatora especial sobre DESCA de la CIDH; Olivia Minatta, del programa Justicia Fiscal en Latinoamérica de CESR; Marcio Ferreira Verdi, secretario Ejecutivo de CIAT; Santiago Díaz de Sarralde, director de Estudios e Investigaciones Tributarias de CIAT y Daniel Titelman, director de la división de Desarrollo Económico de la CEPAL, conversarán con Ivahanna Larrosa, de la Coalición para los Derechos Humanos en el Desarrollo.
HORARIO
9 AM Guatemala
10 AM México y Colombia
11 AM Chile
12 PM Argentina y Brasil
FORMATO
Zoom abierto al público
Regístrate AQUÍ
Sistemas de cuidados. Solucionando una triple desigualdad: géneros, discapacidades y pobreza
En este espacio se pondrán sobre la mesa los enfoques de género y discapacidad sobre cuidados, autonomía y apoyos para pensar puntos de encuentro, diferencias, posibles sinergias y desafíos que pueden surgir a la hora de diseñar políticas públicas que resuelvan las desigualdades que afectan a las mujeres y personas LGBTIQ+ y a las personas con discapacidad.
Lucía Cirmi Obón, subsecretaria de Políticas de Igualdad en el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina; Ana Isabel Arenas, integrante de la Mesa Integral de Economía del Cuidado de Colombia; Alberto Vásquez, investigador del Center for Inclusive Policy, y Noelia Méndez Santolaria, economista del CIEPP y de IAFFE, conversarán con Lucía Ramírez, coordinadora de Género de Dejusticia, y con Malena Vivanco, integrante del Programa Justicia Fiscal de ACIJ.
HORARIO:
1:00 PM Guatemala
2:00 PM México y Colombia
3:00 PM Chile
4:00 PM Argentina y Brasil
FORMATO:
Zoom abierto al público
Regístrate AQUÍ
Herramientas para Aproximarse a la Justicia Fiscal: curso para periodistas e integrantes de la sociedad civil
El curso tiene como objetivo fortalecer los conocimientos teóricos y ampliar las capacidades para analizar la política fiscal desde un enfoque de derechos humanos y reducción de la extrema concentración de la riqueza. Al finalizar el curso, las personas participantes estarán familiarizadas con los principales debates nacionales e internacionales sobre la tributación de las empresas e individuos con mayor capacidad económica, conocerán cómo operan los privilegios fiscales vigentes en México, y contarán con mayores herramientas para identificar si el gasto público cumple con sus objetivos y contribuye a garantizar los derechos humanos.
Fundar, Centro de Análisis e Investigación y Quinto Elemento Lab, en colaboración con la Comisión Independiente sobre la Reforma de la Fiscalidad Internacional de las Empresas (ICRICT por sus siglas en inglés) y la Iniciativa por los Derechos Humanos en la Política Fiscal impartirán este curso.
HORARIO:
Del 1 al 17 de agosto: lunes y miércoles de 5:00 pm a 7:00 pm, hora de México
FORMATO:
Curso virtual
CUPO MÁXIMO:
30 personas
Inscríbete AQUÍ
MARTES 2 DE AGOSTO
Latinoamérica: una hoja de ruta para la justicia fiscal y climática
La región vive tiempos convulsionados e inciertos: a la pandemia del COVID-19 se suman la emergencia climática y los niveles crecientes de desigualdad socioeconómica. Sin embargo, son muy pocos los países que abordan de forma decidida los impuestos a la riqueza. La respuesta a esta crisis múltiple no puede suponer un retorno a la austeridad o un sacrificio fiscal que incremente la desigualdad. Es el momento de ampliar la capacidad del Estado, explorando medidas sociales y fiscales que recaigan sobre quienes menos han sufrido el coste hasta ahora.
Susana Ruiz, de Oxfam; Rodrigo Echecopar, de la Iniciativa Global por los Derechos Económicos Sociales y Culturales (GI-ESCR), y Jocelio Drummond, de la Internacional de Servicios Públicos (ISP), conversan con Alejandro Rodriguez-Llach, de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Internacional (ICRIT).
HORARIO:
10:00 AM Guatemala
11:00 AM México y Colombia
12:00 PM Chile
1:00 PM Argentina y Brasil
FORMATO:
Zoom abierto al público
Inscríbete AQUÍ
JUEVES 4 DE AGOSTO
Lanzamiento del libro ‘Principios Fiscales Cannábicos’
En este evento se lanzará la publicación “Principios Fiscales canábicos: elementos para el debate regulatorio en Colombia”, de los investigadores de Dejusticia Isabel Pereira, Luis Felipe Cruz y Alejandro Rodríguez. Esta publicación presenta una propuesta de principios fiscales cannábicos con contenidos claros y prácticos, con base en experiencias comparadas y a la luz de los Principios y Directrices de Derechos Humanos en Política fiscal.
Hernando Zuleta, profesor de la Universidad de los Andes; Diana Paola Valenzuela, vicepresidenta de Assocolcanna, e Isabel Pereira, subdirectora encargada de Dejusticia y autora de libro, conversan con Lorenzo Uribe, investigador de la línea Justicia Fiscal de Dejusticia.
HORARIO:
3:30 PM Guatemala
4:30 PM México y Colombia
5:30 PM Chile
6:30 PM Argentina y Brasil
FORMATO:
Evento presencial en el auditoria de Dejusticia (Bogotá) con transmisión virtual
Inscripciones AQUÍ
*ESPERE LA INFORMACIÓN DE OTROS EVENTOS DE LA SEMANA EN PRÓXIMOS DÍAS
¿Cómo participar en los eventos?
Cualquier persona interesada puede inscribirse de forma gratuita. Sólo debe verificar cuál es el evento de interés dentro de la Agenda de la Segunda Semana por la Justicia Fiscal y los Derechos Humanos y dar click en el botón de registro. Una vez registrado/a, llegará un correo electrónico de confirmación a la cuenta desde la que se haya ingresado. Es posible inscribirse a todos los eventos.
Sigue también el cubrimiento de la Segunda Semana por la Justicia Fiscal y los Derechos Humanos en las redes sociales de la Iniciativa y en las de nuestras organizaciones aliadas.
¿Quién organiza la Segunda Semana por la Justicia Fiscal y los Derechos Humanos?
Esta serie de eventos son organizados por la Iniciativa por los Derechos Humanos en la Política Fiscal y su Comité Impulsor, compuesto por ocho organizaciones de la región a cargo de la administración de la iniciativa y la comunicación y difusión de los Principios: ACIJ, CELS, CESR, Dejusticia, Fundar, Inesc, Red de Justicia Fiscal de América Latina y el Caribe y GI-ESCR.
Juntas, estas organizaciones buscamos desarrollar y promover los Principios de Derechos Humanos en la Política Fiscal, un compendio que traduce las pautas generales de Derechos Humanos en guías más concretas de fácil implementación. La iniciativa es un proyecto enfocado en América Latina y el Caribe, organizado de forma abierta, colaborativa, interdisciplinaria, y diversa en términos de género y regionales.