En América Latina, la recaudación de los recursos públicos suele ser insuficiente, su distribución es desigual y su uso resulta ineficiente para garantizar los derechos. En la recta final de la discusión de la propuesta de Reforma Tributaria de Colombia, nos remitimos a nuestros Principios por los Derechos Humanos en la Política Fiscal para ver cuáles de ellos pueden iluminar esta propuesta.
Principio #1
La realización de los derechos humanos debe ser una finalidad fundamental de la política fiscal
Necesitamos una visión integral de la política fiscal que reconozca la complejidad democrática de Colombia, y que provea una financiación adecuada para garantizar los DD. HH. El bienestar de la población garantiza el bienestar económico.
Principio # 3
Los Estados deben asegurar que su política fiscal sea socialmente justa
Para lograr que una política fiscal sea socialmente justa se necesita un sistema que cumpla con los principios de progresividad, equidad, legalidad, igualdad y no discriminación. Es decir, donde las personas cumplan con su deber de pagar impuestos de acuerdo con su capacidad económica sin diferenciaciones de ningún tipo.
Principio # 7
La política fiscal debe ser transparente, participativa y sujeta a rendición de cuentas
Transparentar la información tributaria de forma proactiva y periódica nos permitiría comprender mejor lo que ocurre con nuestros impuestos. Esta información, debidamente anonimizada, debería estar disponible al público para promover la participación social en la gestión de la política fiscal.
Principio #10
Los Estados deben movilizar el máximo de los recursos disponibles para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales
El recaudo tributario de Colombia es menor al promedio de América Latina y el Caribe, insuficiente para garantizar los derechos consignados en la Constitución. Colombia recauda el 18,7% de su PIB en impuestos, mientras el promedio de países de la región es del 22%. Por eso Colombia necesita adoptar medidas que incrementen el recaudo, que combatan el fraude fiscal y que elimine los privilegios tributarios.
Principio # 11
Los Estados deben asegurar que su política fiscal no genere retrocesos
Colombia necesita explorar y agotar todas las alternativas de ampliación del espacio fiscal, incluidos impuestos a la riqueza y adoptar mecanismos de limitación en los beneficios tributarios para las personas y las empresas.
Principio # 12
Los Estados están facultados, y en ocasiones obligados, a incentivar o desincentivar conductas y corregir externalidades
Colombia necesita crear instrumentos de política fiscal que contribuyan a la realización de los derechos humanos. Por ejemplo, un impuesto a las bebidas endulzadas no solo llevaría a recaudar cerca de 1 billón de pesos al año, sino que además contribuiría a la reducción de enfermedades asociadas a la obesidad y el sobrepeso, especialmente entre los sectores más pobres de la población.
Principio # 13
Los Estados deben brindar asistencia y cooperación internacional en temas fiscales
En un mundo globalizado, el tránsito hacia una economía sustentable requiere de una estructura fiscal internacional que se tome en serio el combate a los flujos financieros ilícitos. Colombia necesita de un gran pacto fiscal para crear nuevas políticas progresivas, verdes y con enfoque de género que protejan al planeta y el futuro de las nuevas generaciones.