Los pactos fiscales son “la relación más importante entre los ciudadanos y el Gobierno”, porque dejan sobre la mesa quién paga en impuestos, cuánto paga y cómo se gastan estos recursos, dice María Goenaga, experta en sociología y educación fiscal, integrante del Comité de Expertos y Expertas de la Iniciativa Derechos Humanos en la Política Fiscal y la autora de del artículo 'La importancia de construir entre todos/as una cultura fiscal en América Latina y el Caribe. De acuerdo con Goenaga, estos elementos son particularmente importantes para las democracias de América Latina: “Sus resultados fiscales y la percepción que tengan los ciudadanos sobre estos estarán ligados a la legitimidad de la democracia y a la confianza en el gobierno”. Y es que, según el artículo, el contrato social está debilitándose en nuestra región debido a que los ciudadanos, cada vez más insatisfechos con los servicios públicos, no encuentran suficientes incentivos para pagar sus impuestos. De hecho, la moral tributaria de nuestra región se ha disminuido: según los datos del último Latinobarómetro (2016), más de la mitad de la población latinoamericana (53,4%) consideraba justificable no pagar impuestos.
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