Con miras a la Primera Cumbre de Latinoamérica y el Caribe para una tributación global incluyente, sostenible y equitativa, las organizaciones que organizan el encuentro previo de la sociedad civil se reunieron para encaminar esta oportunidad histórica hacia la protección de las personas en mayor condición de vulnerabilidad.
El último encuentro de la Tercera semana por la política fiscal y los derechos humanos se enfocó en la construcción de un futuro, si se quiere, utópico. Por primera vez en la historia de la región, Colombia, Chile y Brasil lideran una estrategia para promover una tributación global incluyente, sostenible y equitativa y posicionar a América Latina y el Caribe como una región fortalecida para proponer salidas fiscales que favorezcan a su ciudadanía. Por ello, la conversación liderada por María Emilia Mamberti, de CESR, se centró en plantear las pautas para que las decisiones que se tomen en la Cumbre tengan como objetivo la realización de los derechos humanos.
En un primer momento, María Fernanda Valdés, encargada de la coordinación de la Cumbre por parte del Ministerio de Hacienda de Colombia, definió los objetivos de la Cumbre: i.) lanzar una plataforma tributaria regional y ii.) definir los temas que esta plataforma dialogará en los próximos años. Valdés, además, resaltó que avanzar en estos objetivos es esencial para enfrentar los desafíos históricos de desigualdad en la región, pero además, obtener recursos para que los países mitiguen y se adapten al cambio climático.
¿En qué consistirá la Cumbre?
El 27 y 28 de julio, 13 representantes de cada país de América Latina y el Caribe se reunirán en la ciudad de Cartagena, Colombia, para participar en una discusión sobre los cambios que necesitan en materia fiscal. Este encuentro también llamó la atención de la sociedad civil, la academia y el sector empresarial, que se reunirán con antelación para presentar sus propuestas e inquietudes a los gobiernos. Esto, con miras a que exista un consenso sobre las decisiones a tomar y que las reformas fiscales que se adelanten cuenten con el apoyo de la mayor cantidad de sectores.
Sobre este punto intervino la coordinadora global para la justicia fiscal de OXFAM, Susana Ruiz, quien se encarga de coordinar los llamados de la sociedad civil. Ruiz resaltó que esta Cumbre tiene un fuerte componente político y que la presencia de la sociedad civil permite que la discusión no se limite a sus componentes técnicos, sino que se abran diálogos importantes sobre los objetivos de una mayor capacidad fiscal.
¿En qué consiste la agenda para una mejor tributación global?
La Plataforma sobre tributación que se lanzará en Cartagena tendrá que tratar varios temas espinosos, entre los cuáles están la nueva forma en que las grandes multinacionales deben tributar, cómo recaudar y destinar los recursos relacionados con el cambio climático, y los paraísos fiscales.
Jorge Coronado, miembro de los consejos directivos de LATINDADD y la Red de Justicia Fiscal de América Latina y el Caribe, habló sobre las peticiones de la sociedad civil de Centroamérica y El Caribe, una de las subregiones más urgidas por lograr una mayor recaudación. Coronado insistió en que espera que los gobiernos de la región tengan en cuenta las condiciones de los países de Centroamérica, cuyas economías son menores, y que sus peticiones sean escuchadas. En otras palabras, que la voz de los países de América del Sur no opaque a los otros países y que estos puedan resonar en el escenario global a través de la nueva plataforma.
Asimismo, Coronado expuso la necesidad de anular los privilegios económicos como estrategia para generar desarrollo económico, una estrategia común en la región durante las últimas décadas, así como de diseñar estrategias para acabar con la evasión y el fraude. Todo esto, con la intención de que los países ya no deban recurrir al endeudamiento como forma de financiación pública. Por último, recordó que es imperativo promover espacios de discusión entre la sociedad civil para que incluyan la tributación como un tema esencial de su agenda de derechos humanos.
Un llamado desde el Sur Global
¿Cómo puede la Plataforma complementar las iniciativas globales para cambiar el marco fiscal internacional? Sobre este aspecto habló Dereje Alemayehu, Coordinador Ejecutivo de la Alianza Global para la Justicia Fiscal, insistió en que el encuentro en Cartagena no debe dar demasiada prioridad a países como Brasil Chile o México, que por su inmensa capacidad económica se regulan por el G7 y tienen incidencia en ese espacio de discusión. Para Alemayehu, la Cumbre y la plataforma subsecuente tendrán sentido si las discusiones se centran en enfrentar los modelos tributarios que facilitan la evasión fiscal de las multinacionales asentadas en los países del G7; de ese modo, las propuestas se harán desde el Sur Global, sin la interferencia de los países que se benefician de la evasión fiscal.
Alemayehu también alertó que la OCDE adelanta un proceso para evitar estas medidas regresivas y ha ejercido presión sobre los países más pobres para que se sumen a su propuesta de reforma fiscal que, por lo demás, evitaría la transferencia de recursos de sus multinacionales a esos países. El proyecto de la OCDE consiste en que solo el 10% de las utilidades globales sean tributadas y que eso se obtenga únicamente a través de las 100 multinacionales más grandes. Esta fórmula haría que estas empresas tributen en los mismos países de la OCDE, mas restrinjan a los países del Sur Global a imponerles otros impuestos a los que ya se han manejado; en otras palabras, proteger los sistemas fiscales robustos en el Norte Global, en detrimento de los del Sur Global, que deben recurrir cada vez más a la deuda y los impuestos indirectos para tapar el hueco fiscal.
Por ello, recordó la importancia de mirar otros procesos que promuevan una tributación adecuada a las necesidades del Sur Global. Por ejemplo, la propuesta de resolución presentada por el Grupo de África ante las Naciones Unidas. Recordó que los países ricos del Sur —México, Chile, Brasil…— deben hacer parte del movimiento del Sur Global y promover la transformación de los marcos fiscales a nivel local y global. Insistió en que el G20 está diseñado para socavar los derechos de las naciones y que espacios como la Cumbre en Cartagena permitirán contrarrestar iniciativas regresivas a favor de la equidad entre las naciones.
La discusión cerró con algunas preguntas y precisiones, pero sirvió para poner sobre la mesa las prioridades de la sociedad civil respecto a una nueva reforma fiscal internacional. Durante la Cumbre y el lanzamiento de la plataforma las organizaciones participantes entregarán un documento a las delegaciones gubernamentales, con miras a integrarse en una discusión más profunda que permita a las poblaciones del Sur Global ser escuchadas y ver realizados sus derechos.